Las declaraciones del general en jefe del Ejército, Javier Iturriaga, han generado controversia, especialmente en el marco de la discusión de la Ley de Presupuesto, donde mencionó un posible desfinanciamiento de las Fuerzas Armadas.
En diálogo con la primera edición de Radioanálisis, el ex subsecretario de Defensa y exembajador, Gabriel Gaspar, expresó que el debate ha estado “mal orientado”.
“Lo que el general Iturriaga comentó durante una sesión en el Congreso el 28 de octubre es que el nivel de financiamiento asignado en el proyecto de presupuesto actual, tanto para los soldados profesionales, que son una categoría relativamente nueva, como para los soldados conscriptos, no permite cubrir el número requerido de tropas. Esto es un hecho y representa un proceso que ha continuado desde años anteriores”, afirmó.
Gaspar añadió que esta situación ocurre en un contexto en el que “la cantidad de tropas disminuye por diversas razones, mientras que las necesidades y demandas del poder político hacia las Fuerzas Armadas aumentan”.
“La conscripción está en declive y si además se reduce el presupuesto estamos en un aprieto. La explicación dada por el Ministerio de Defensa el lunes, casi dos semanas después de las declaraciones de Iturriaga, señala que los oficiales y suboficiales están financiados, lo cual es positivo; sin embargo, los ejércitos no solo están formados por oficiales y suboficiales, también necesitan tropa. Un ejército que carece del personal debidamente entrenado, cohesionado y disciplinado no es muy efectivo”, comentó.
En este mismo sentido, el exsubsecretario subrayó la necesidad de aumentar el número de conscriptos. “Legalmente existe una cuota de 12 mil conscriptos y 7 mil soldados profesionales, pero se financia mucho menos de eso, menos de la mitad, y esto es un asunto que debería ser abordado con una perspectiva nacional. Lo peor que podemos hacer es convertir esto en un tema de política momentánea”, consideró.
Además, Gaspar afirmó que el problema de seguridad en el país está “mal diagnosticado” y que esto ha llevado a considerar el Proyecto de Ley de Infraestructura Crítica como la solución al problema.
“Se ha creado una caracterización incorrecta que sostiene que todo se solucionará con la Ley de Infraestructura Crítica, la cual permite que las Fuerzas Armadas se desplieguen en las ciudades, pero eso no es así. El Tren de Aragua no busca atacar las líneas eléctricas, envenenar los depósitos de agua o dinamitar los de combustible; su objetivo es llegar a la población y controlar y extorsionar a sus habitantes”, observó.
En este contexto, el exsubsecretario propuso “fortalecer las instituciones policiales, mejorar la inteligencia y, en casos excepcionales, contemplar el apoyo de las Fuerzas Armadas”.
En este sentido, enfatizó que “el Estado chileno debe recuperar el control de su territorio, y para ello debe utilizar todas sus agencias y especialidades. No se logrará el control únicamente a través del despliegue, sino también mediante la recuperación de la confianza de la población en las instituciones”.
Con Información de radio.uchile.cl