Impacto de la pandemia en la seguridad pública en Chile: un año de cambios
La pandemia de COVID-19 ha marcado un hito en la historia reciente de Chile, no solo a nivel de salud pública, sino también en múltiples dimensiones sociales y económicas. Uno de los aspectos que más se han visto alterados es la seguridad pública, que ha experimentado cambios significativos en la percepción y en la realidad de la violencia y el delito en el país. Este artículo explora el impacto de la pandemia en la seguridad pública en Chile, reflexionando sobre un año de transformaciones.
Cambios en la Tasa de Criminalidad
Al inicio de la pandemia, se observó una disminución en las tasas de criminalidad en varias categorías delictivas. El confinamiento y las estrictas medidas de movilidad llevaron a la reducción de ciertos delitos, particularmente los robos y los hurtos en espacios públicos. La policía reportó descensos significativos en delitos como el robo con violencia y el asalto a mano armada, fenómenos que se habían intensificado en años anteriores.
Sin embargo, esta tendencia no fue homogénea. La combinación del confinamiento, el aumento de la pobreza y el desempleo impulsó también un repunte en otros delitos, como los delitos de violencia intrafamiliar. Las cifras oficiales indicaron un aumento alarmante en los llamados a las fuerzas policiales por denuncias de violencia doméstica, destacando la presión social que sufrían muchas familias durante el confinamiento.
Aumento de la Violencia Intrafamiliar
El confinamiento obligó a muchas personas a limitar su movilidad, lo que generó una situación de vulnerabilidad para quienes estaban en entornos abusivos. Las restricciones de movilidad dificultaron el acceso a refugios y ayuda efectiva para las víctimas de violencia intrafamiliar. Organizaciones no gubernamentales (ONG) informaron sobre un incremento en las consultas y solicitudes de ayuda, lo que evidenció el impacto brutal que la pandemia tuvo en la seguridad de las mujeres y niños en el hogar.
La pandemia exacerbó ya existentes problemas de violencia de género y puso de manifiesto la necesidad de un enfoque más robusto y adaptativo en la política pública para abordar estos desafíos.
Reconfiguración de las Fuerzas Policiales
Durante la pandemia, las instituciones encargadas de la seguridad pública, como Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones, tuvieron que adaptarse rápidamente a nuevas requerimientos y desafíos. Se implementaron protocolos de salud que limitaron la capacidad de respuesta y vigilancia en algunas áreas. Esto llevó a una reconfiguración de estrategias de patrullaje y una mayor atención a delitos que emergían en el contexto pandémico.
Además, se observó un aumento en la colaboración entre las fuerzas policiales y diversas instituciones sociales para abordar problemáticas como el narcotráfico y la violencia intrafamiliar. La cooperación entre estas entidades fue fundamental para darle un enfoque multidimensional a la seguridad pública en tiempos de crisis.
Impacto en la Percepción Ciudadana
La percepción de la seguridad también experimentó cambios notorios. Mientras que los datos indicaban una disminución en ciertos delitos, muchos ciudadanos se sentían más inseguros debido a la falta de contacto social y el aumento de situaciones de vulnerabilidad. La incertidumbre económica y la percepción deimpunidad fueron factores que contribuyeron a una creciente ansiedad en la población.
El ambiente de desconfianza se vio acentuado por el estallido social de 2019, del cual aún persisten secuelas en la sociedad chilena. Dicho contexto, sumado a la pandemia, ha llevado a un complejo escenario en el que la confianza en las instituciones de seguridad se ha visto erosionada, generando un círculo vicioso de desconfianza y temor en la ciudadanía.
Reflexiones Finales
Un año después de que la pandemia de COVID-19 comenzó a afectar a Chile, es claro que su impacto en la seguridad pública ha sido profundo y multifacético. La pandemia no solo transformó las dinámicas del crimen, sino que también reveló vulnerabilidades sociales y estructurales que requieren atención inmediata.
El desafío ahora es convertir este momento crítico en una oportunidad para reformar y fortalecer la política de seguridad pública en Chile, asegurando la protección de los sectores más vulnerables y restableciendo la confianza en las fuerzas del orden. La experiencia acumulada durante este período debe servir como un llamado a la acción y un recordatorio de que la seguridad pública es un bien común que necesita ser abordado de manera integral y colaborativa.