El viernes 3 de enero, dos helicópteros Sikorsky MH-60M Black Hawk y dos aeronaves De Havilland DHC-6 Twin Otter de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) hicieron historia al aterrizar en la base estadounidense Amundsen-Scott en el Polo Sur, convirtiendo al presidente Gabriel Boric en el primer mandatario mundial en visitar este punto geográfico.
La visita del presidente Boric, dirigida a reafirmar la presencia de Chile en el Sistema del Tratado Antártico, se produce en un momento clave para las investigaciones científicas que realiza Chile en la región, que históricamente se han centrado en la parte norte de la Península Antártica. El país ahora busca ampliar su alcance hacia el mar de Bellinghausen y el mar de Weddel, reforzado por la reciente incorporación del rompehielos AGB-46 Almirante Viel a la Armada de Chile.
Acompañaron al presidente Boric las ministras de Defensa Nacional, Maya Fernández; y Medio Ambiente, Maisa Rojas; así como la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente. También participaron los comandantes en jefe del Ejército, general Javier Iturriaga; de la Armada, almirante Juan Andrés De la Maza; y de la FACh, general del aire Hugo Rodríguez; además del director del Instituto Antártico Chileno (Inach), Gino Casassa.
De acuerdo con la FACh, la Operación Estrella Polar III fue meticulosamente planificada, aprovechando la experiencia de misiones polares anteriores y campañas realizadas en la Estación Polar Científica Conjunta Glaciar Unión, contando también con el apoyo de dos aviones Gulfstream G-IV y un Boeing 767-300ER del Grupo de Aviación N° 10.
La preparación del personal incluyó entrenamientos en sobrevivencia en climas extremos y el manejo del equipo de vuelo en condiciones climáticas adversas, evidenciando así las capacidades y el compromiso de la institución para fortalecer su presencia en el continente antártico.
Un día histórico
La misión abarcó un vuelo de más de 30 horas, comenzando con el traslado desde Santiago a Punta Arenas en un Boeing 767-300ER. Desde allí, se inició la entrada a la Antártica con el apoyo de aviones Gulfstream G-IV, aterrizando en la pista de hielo de Glaciar Unión.
La llegada al Polo Sur fue realizada por dos helicópteros Sikorsky MH-60M Black Hawk del Grupo de Aviación N° 9 y dos De Havilland Canada DHC-6 Twin Otter del Grupo de Aviación N° 6, quienes despegaron de la Estación Polar Científica Conjunta Glaciar Unión, cubriendo una distancia de 1.129 km hasta el punto más austral del planeta.
Alrededor de las 16:00 del 3 de enero, los funcionarios nacionales llegaron al Polo Sur, donde la temperatura rondaba los -29° C. Después de realizar registros visuales y recoger muestras de nieve polar, la comitiva visitó la base Amundsen-Scott de Estados Unidos, situada cerca del hito geográfico.
Después de aproximadamente dos horas en el lugar, las autoridades regresaron a la estación Glaciar Unión, ubicada a 3.000 km de Punta Arenas y a 5.175 km de Santiago. Allí observaron el trabajo de las dotaciones de la base estival que apoyan las investigaciones científicas, y posteriormente abordaron los G-IV para regresar a Punta Arenas en la mañana del sábado 4 de enero.
Un gran orgullo
El presidente Gabriel Boric ofreció una conferencia de prensa en la base aérea Chabunco, de la IV Brigada Aérea en la región de Magallanes y Antártica Chilena, donde se refirió al éxito de la operación Estrella Polar III que permitió llegar al Polo Sur.
«Estoy profundamente orgulloso de lo que hemos logrado como Estado de Chile, junto con el Instituto Antártico Chileno y las tres ramas de las Fuerzas Armadas, además de nuestras ministras, al llegar al punto más austral del mundo donde convergen todos los meridianos, utilizando recursos propios. La Fuerza Aérea de Chile y las demás instituciones han demostrado capacidades que sin duda marcarán un hito en la historia antártica no sólo de Chile, sino del mundo», afirmó el mandatario.
Agregó: «El ejercicio de soberanía de Chile en la Antártica, como un continente de ciencia y paz, queda reafirmado hoy, y Chile hará valer este principio, fortaleciendo las bases existentes y considerando la posibilidad de establecer más bases permanentes en lugares aún más remotos, pues el Estado chileno ha demostrado su capacidad para llegar a donde todo comienza, en el Polo Sur».
Por su parte, el general del aire Hugo Rodríguez, piloto de uno de los Black Hawk, expresó su orgullo por la planificación que, durante más de un año, permitió realizar esta operación, demostrando las capacidades de la Fuerza Aérea de Chile. «Hemos enfrentado grandes retos y hemos superado las dificultades propias de una operación de esta magnitud, porque la Antártica es importante para todos. Agradezco a quienes participaron en esta misión, hombres y mujeres de la FACh que mostraron gran valentía», enfatizó el comandante en jefe de la FACh.
Con Información de www.infodefensa.com