La administración del presidente Gustavo Petro ha aumentado su enfoque en la lucha contra los grupos armados ilegales en Colombia, realizando ya tres operaciones de bombardeo aéreo durante su gestión. La última de estas intervenciones, conocida como ‘Operación Marte’, se concretó el pasado 23 de marzo en una zona rural de Segovia, Antioquia, resultando en la neutralización de nueve miembros de la estructura ‘Jairo Julio Hoyos’ del Clan del Golfo.
La operación fue ejecutada tras varios enfrentamientos entre las fuerzas del orden y el grupo armado, lo que permitió a las autoridades identificar el momento adecuado para llevar a cabo la ofensiva. En una rueda de prensa, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, junto a la alta jerarquía militar y policial, proporcionó información sobre el operativo, enfatizando que esta es la segunda ofensiva aérea contra el ‘Clan del Golfo’ en su administración. La primera fue dirigida hacia las disidencias de ‘Iván Mordisco’ en el Cauca.
De acuerdo con el ministro, la operación se realizó dentro de los márgenes de legalidad y en cumplimiento de los principios del Derecho Internacional Humanitario (DIH). Afirmó que se trató de un objetivo militar legítimo y que no se causó daño a personas ni a bienes protegidos por el DIH. Explicó que los individuos neutralizados eran combatientes ilegales en actividad continua de combate y, al participar en hostilidades, aceptaron las consecuencias de sus acciones.
Entre los abatidos se encuentra Gabriel Ensinales Vegas, conocido como ‘Hitler’, miembro de la estructura ‘Manuel Alexander Ariza Rosario’ del Clan del Golfo, así como alias ‘Neymar’, un alto mando del grupo criminal. Las identidades y edades de los otros neutralizados serán validadas por Medicina Legal.
El comandante de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, general Luis Carlos Córdoba, comentó que la operación fue posible gracias a un trabajo conjunto de inteligencia entre el Ejército Nacional y el Comando Conjunto de Operaciones Especiales. Para su realización, se utilizaron aviones de combate Kfir, A-29, AC-47, helicópteros UH-60 y Bell 212 Rapaz, además de aeronaves para reconocimiento y apoyo táctico.
El almirante Francisco Cubides, comandante de las Fuerzas Militares, subrayó que la operación siguió protocolos rigurosos durante las etapas de planeación, preparación y ejecución, asegurando la precisión del ataque y evitando efectos negativos en la población civil.
Respecto a las preocupaciones sobre la posible presencia de menores en el campamento atacado, el ministro Sánchez aclaró que no se hallaron indicios de combatientes menores de 18 años entre los neutralizados. Además, reafirmó que la ofensiva contra los grupos armados ilegales continuará con la misma intensidad y dentro del marco legal correspondiente.
El funcionario destacó que esta acción forma parte de una estrategia continua del gobierno para combatir a los grupos armados ilegales y asegurar la seguridad en el país. Aseguró que se seguirán realizando este tipo de operativos contra cualquier estructura que represente una amenaza para la estabilidad nacional. Con esta ofensiva, el gobierno reafirma su compromiso con la seguridad y manda un mensaje claro sobre la determinación del Estado de enfrentar el crimen organizado en Colombia. (Carlos Vanegas)
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