Europa se encuentra en un momento crucial en cuanto a la defensa y a la industria del sector. El compromiso de Europa y de la OTAN de aumentar los presupuestos se acompaña de la necesidad de racionalizar y estandarizar los procesos de adquisición de sistemas de armas, buscando la compatibilidad entre los aliados de diferentes sistemas armamentísticos, especialmente considerando la necesidad que se ha evidenciado en los últimos tres años de poder enviar estos recursos a nuestros socios.