Por esta razón, los Marines siempre han sido un grupo militar caracterizado por un riguroso proceso de formación, capacitación y entrenamiento individual constante, enfocado en un extenso programa educativo para el tiro. Durante mi primera visita a Camp Lejeune en 1990, lo primero que me enseñaron fueron sus vastos campos de tiro, donde el personal se especializaba con sus fusiles de asalto M16A4 de 5,56x45mm, que en ese momento solo contaban con miras mecánicas tradicionales, disparando a siluetas de torsos humanos ubicadas a nada menos que 300 metros.
El programa de entrenamiento en tiro del Cuerpo de Marines duplica en 4 años la efectividad de sus combatientes.
Compartir: