Integrantes de las unidades de la Guarnición Militar Arica del Ejército de Chile con la especialidad de Paracaidista Militar realizaron un salto con paracaídas Airborne Systems T-11 desde un avión Airbus Defence and Space (Casa) CN-235-100M perteneciente a la Brigada de Aviación Ejército (Bave), como parte de su proceso de certificación anual.
Paracaidistas en la pista del aeródromo El Buitre a la espera del salto. Firma 1ª Brigada Acorazada Coraceros del Ejército de Chile
El personal con esta especialidad secundaria debe demostrar cada año, ante una comisión de la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales (Escpar y Fes) de la Brigada de Operaciones Especiales (BOE) Lautaro, las competencias técnicas y la condición física necesaria para realizar saltos en paracaídas, asegurando así un alto estándar de operatividad.
Paracaidistas abordando el avión Airbus CN-235-100M para realizar el salto de requisito. Firma 1ª Brigada Acorazada Coraceros del Ejército de Chile
El proceso de certificación, tal como se publicó en Infodefensa.com, incluye la evaluación física del personal, así como la reinstrucción de técnicas de salto, caída y los procedimientos que abarcan desde el equipamiento, embarque, transporte hasta el salto desde la aeronave, asegurando que los efectivos cumplan con los estándares requeridos para esta especialidad.
Paracaidistas saltando por las puertas laterales del avión de transporte CN-235-100M de la Bave. Firma 1ª Brigada Acorazada Coraceros del Ejército de Chile
La actividad concluyó con el salto de requisito en paracaídas T-11 desde el avión de transporte CN-235-100M del Batallón de Aviones La Independencia de la Bave, que operó desde el aeródromo El Buitre, donde los paracaidistas demostraron su alto nivel operativo y habilidades.
Paracaidistas descendiendo tras saltar del CN-235-100M de la Bave. Firma 1ª Brigada Acorazada Coraceros del Ejército de Chile
Es importante señalar que durante la certificación, un paracaidista militar enfrentó una situación de emergencia al enredarse con su paracaídas tras el salto. Sin embargo, gracias a la baja velocidad de descenso y la falta de oscilación del T-11, modelo incorporado por el Ejército de Chile en 2021, así como a su entrenamiento, le permitió suavizar la caída y al aterrizar sufrió solo lesiones menores.