Las alternativas de un submarino nuevo para Chile tras la decisión de Perú.

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En la reciente edición del Salón Internacional de Tecnología para la Defensa y Prevención de Desastres (SITDEF 2025), los astilleros peruanos SIMA Perú y la surcoreana HD Hyundai Heavy Industries firmaron un Memorando de Acuerdo (MOA) para el desarrollo conjunto del submarino HDS-1500 MGP, destinado a la Marina de Guerra del Perú (MGP). Este acontecimiento, de gran importancia para el sector de defensa en América Latina, representa un avance significativo en la modernización naval peruana y plantea nuevos desafíos estratégicos para la Armada de Chile, que históricamente ha mantenido una ventaja tecnológica en el Pacífico Sur.


Un nuevo actor en el escenario submarino: el HDS-1500 MGP


El acuerdo entre SIMA Perú y HD Hyundai Heavy Industries, firmado por el contralmirante Luis Richard Silva López, gerente general de SIMA Perú, y Won Ho Joo, CEO de la División de Buques Especiales de HD Hyundai, abarca el diseño y futura construcción de un submarino de 1.500 toneladas de desplazamiento.


Este modelo, conocido como HDS-1500 MGP, incorporará un sistema de propulsión independiente del aire (AIP), que le permitirá operar sumergido durante períodos extendidos, posicionándolo como un competidor directo de los submarinos más avanzados de la región. La información sobre el diseño preliminar del HDS-1500 es limitada, haciendo prematuro proporcionar características generales específicas.


Este desarrollo no solo potencia la industria naval peruana, que aspira a convertirse en un referente regional, sino que también fortalece los lazos de cooperación tecnológica entre Perú y Corea del Sur. La transferencia de tecnología y la experiencia de HD Hyundai, una empresa reconocida en la construcción de submarinos como los KSS-III de la Armada surcoreana, suponen un avance cualitativo para la Marina de Guerra del Perú, que planea reemplazar gradualmente sus viejos submarinos Tipo 209/1100 y 209/1200 Clase Angamos.


Implicaciones para Chile, un desafío a la supremacía submarina


La llegada de un submarino con tecnología AIP en la flota peruana tiene consecuencias directas para Chile, que actualmente opera cuatro submarinos: dos Tipo 209 (SS-20 Thomson y SS-21 Simpson) y dos Scorpene (SS-22 General Carrera y SS-23 General O’Higgins). Aunque los Scorpene chilenos son modernos, carecen de AIP, limitando su capacidad de inmersión prolongada frente a plataformas que sí cuentan con esta tecnología. Los Tipo 209, incorporados en 1984, han sido modernizados pero enfrentan los límites de su vida operativa tras 41 años de servicio.


El almirante Juan Andrés de la Maza, Comandante en Jefe de la Armada de Chile, confirmó en una entrevista con TVN el 21 de enero de 2025 que se han elevado los documentos necesarios al Ministerio de Defensa para iniciar el proceso de reemplazo de los submarinos Tipo 209. No obstante, enfatizó que la prioridad inmediata para la Armada es la construcción de nuevas fragatas, un proyecto programado para los próximos años. Esta declaración evidencia el genuino interés de Chile en reemplazar los submarinos Tipo 209, así como su enfoque a largo plazo.


En consecuencia, en este contexto, una de las opciones más viables para que Chile mantenga la supremacía submarina sería modernizar los actuales Scorpene con un sistema AIP, lo que permitiría a Chile cerrar la brecha tecnológica con los nuevos submarinos peruanos. Sin embargo, la integración de un sistema AIP (Propulsión Independiente del Aire) en los submarinos Clase Scorpene requiere una modificación estructural significativa, que implica cortar el casco para añadir una sección adicional de varios metros que contenga el módulo AIP, que normalmente incluye sistemas complejos asociados a esta tecnología. Por consiguiente, este tipo de trabajo generalmente se realiza en astilleros especializados, como los de Naval Group, debido a la necesidad de mantener la integridad estructural y la compatibilidad con los sistemas existentes de los submarinos.


Opciones en el mercado para la Armada de Chile


El mercado internacional presenta varias alternativas para reemplazar los Tipo 209 chilenos. Una opción notable es el submarino A26 Blekinge-class de la sueca Saab Kockums, un diseño oceánico que incorpora AIP y puede adaptarse para lanzar misiles de crucero como los Tomahawk, brindando a Chile una capacidad disuasiva sin precedentes en la región. El submarino A26 es una plataforma modular, silenciosa y diseñada para operar en entornos complejos, lo que lo convierte en un candidato ideal para mantener la ventaja tecnológica de Chile.


Otra posibilidad es continuar con la tecnología francesa, eligiendo una versión evolucionada del Scorpene de Naval Group, que ya ha sido seleccionada por armadas de Brasil e Indonesia. Naval Group ofrece la versión más reciente Scorpene Evolved, con baterías de iones de litio, que permiten estandarización con los actuales submarinos chilenos, simplificando así la logística y el entrenamiento. Sin embargo, esta opción podría ser menos disruptiva en comparación con competidores como el A26 en términos de capacidades avanzadas.


Además, Navantia presenta el submarino S-80 Plus. El astillero español ofrece un submarino de 3.000 toneladas con AIP de tercera generación, diseñado para la Armada Española. Según Navantia, el S-80 Plus combina alta autonomía, sigilo y capacidad para integrar armamento avanzado, incluyendo torpedos pesados y misiles antibuque y de crucero. Su rendimiento es excepcional y la habilidad de lanzar misiles de crucero submarinos (SLCM) es única en submarinos no nucleares de la OTAN. El diseño moderno y la experiencia de Navantia lo hacen un competidor fuerte. Además, la posibilidad de colaboración con ASMAR para mantenimiento o ensamblaje podría potenciar la industria naval chilena.


Finalmente, ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS), fabricante de los Tipo 209 chilenos, propone modelos como el Tipo 212CD y el Tipo 214, ambos con AIP y probada eficacia en armadas de Alemania y Turquía. No obstante, la exclusividad de ciertos diseños de TKMS, como el 212, podría restringir su disponibilidad para Chile.


Modernización de los Scorpene, una solución inmediata


Dada la prioridad en la construcción de fragatas, la modernización de los Scorpene con AIP se presenta como una solución práctica y eficiente a corto plazo. Esta actualización, que podría llevarse a cabo en los astilleros de Naval Group en Francia, no solo extendería la vida útil de estas unidades hasta al menos 2040, sino que también las alinearía con los nuevos submarinos peruanos. Sin embargo, esta modernización debe realizarse cuanto antes, ya que la actualización de cada Scorpene podría tomar entre 18 y 24 meses por unidad, considerando el diseño, fabricación e instalación del módulo AIP, junto con pruebas de mar. Si se inicia en 2026, ambos submarinos podrían estar listos para operar con AIP para 2029-2030, dependiendo de una decisión política oportuna.


Escenario competitivo en América Latina


El entorno submarino en América Latina está cambiando rápidamente. Además del proyecto peruano, Argentina ha expresado su deseo de recuperar su capacidad submarina, perdida tras el hundimiento del ARA San Juan en 2017. Un informe reciente del Ministerio de Defensa indica que la Armada Argentina evalúa la adquisición de tres submarinos Scorpene o Tipo 209, enfocándose en unidades nuevas o de segunda mano como solución transitoria. A pesar de las restricciones económicas argentinas que retrasan estos planes, a largo plazo podrían agregarse al escenario regional, aumentando la competencia.


Por su parte, Brasil avanza en su programa ProSub, construyendo submarinos Scorpene de Naval Group, incluido el futuro submarino Álvaro Alberto, de propulsión nuclear, lo que lo posiciona como un país dominante en la región. Este contexto obliga a Chile a actuar rápidamente para no perder su ventaja estratégica en el Pacífico Sur.


Un momento decisivo para la Armada de Chile


El acuerdo entre SIMA Perú y HD Hyundai Heavy Industries en SITDEF 2025 no solo significa un avance para Perú, sino una llamada de atención para Chile. La incorporación de tecnología AIP en la región redefine el equilibrio naval, y la Armada de Chile debe responder con una estrategia clara que combine la modernización y la adquisición de nuevas plataformas. La modernización de los Scorpene con AIP es un primer paso lógico, pero el reemplazo de los Tipo 209 por submarinos como el A26 sueco o la continuación con los Scorpene Evolved podría ser crucial para mantener la supremacía tecnológica que Chile ha sostenido durante décadas. En un entorno regional cada vez más competitivo, las decisiones que se tomen en los próximos años serán fundamentales para la seguridad marítima del país.

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