El posmodernismo reexamina los valores de la modernidad, dando lugar a un mundo que rechaza la objetividad y desafía certezas establecidas durante siglos, convirtiéndose así en un dogmatismo destructivo. Al vivir sin un concepto de verdad y tratar el mal como si no existiera, las sociedades europeas se encuentran moralmente indefensas, lo que representa una grave amenaza para su seguridad.