La Armada de Chile está implementando planes de renovación y sustitución de sistemas de armas que mejorarán significativamente su capacidad para enfrentar los nuevos retos estratégicos del siglo XXI.
Una de las iniciativas clave que impulsa la institución es el Plan Nacional Continuo de Construcción Naval, que permitirá sustituir los buques auxiliares, unidades logísticas y fragatas en lugar de adquirirlas de segunda mano en el extranjero, promoviendo la inversión y la colaboración público-privada a largo plazo.
Simultáneamente, la Armada de Chile avanza en proyectos de actualización de capacidades de sus unidades de superficie, aéreas y submarinas, con el fin de garantizar su vigencia operativa y aumentar la eficiencia y efectividad del material.
En este ámbito, destacan los proyectos de modernización de plataformas de combate, como las fragatas multipropósito clase M y las fragatas antiaéreas clase Adelaide de la Escuadra Nacional, así como los submarinos clase Scorpene.
Además, se encuentra en marcha el proyecto Avutarda, que contempla el reemplazo de los helicópteros Airbus AS365 Dauphin (HH-65) de la Aviación Naval y la definición de los requisitos para reemplazar los submarinos clase 209/1400L, que cumplirán 40 años de servicio en 2024.
Construcción naval
El Plan Nacional Continuo de Construcción Naval de la Armada de Chile recibió un notable impulso en enero de este año tras la firma de la Política Nacional de Construcción Naval por el presidente Gabriel Boric, la cual establece la gobernanza y estructura del ecosistema que fomentará el desarrollo de la industria naval y marítima del país.
Esta iniciativa busca fortalecer la capacidad naval nacional y consolidar la industria de la construcción naval en Chile, con Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar) como el líder y articulador entre las empresas públicas y privadas.
Actualmente, se está trabajando en la construcción del primer buque multipropósito de un total de cuatro unidades proyectadas, con el objetivo de asegurar la autosuficiencia nacional en la fabricación de buques de guerra. Esta unidad del proyecto Escotillón IV Fase 1 tiene más del 40% de avance en su construcción y se espera que sea lanzada al mar en enero de 2026. Asimismo, se llevará a cabo el corte de la primera plancha de la segunda unidad en junio de este año.
Con respecto a la construcción de fragatas, que la institución planea iniciar tras la finalización de Escotillón IV, el director de Asmar, contraalmirante José Miguel Hernández, mencionó que se necesita un diseño comprobado en el cual el astillero trabajará en la ingeniería de detalle y en la construcción posterior, añadiendo que también será necesario contar con la colaboración de empresas asociadas para la integración de sistemas.
La Armada de Chile está trabajando también en un proyecto de construcción de unidades menores para reemplazar las embarcaciones de patrullaje costero que están al final de su vida útil. Este nuevo proyecto, que permitirá renovar las unidades más antiguas, se llevará a cabo de manera simultánea al Plan Nacional Continuo de Construcción Naval que la institución tiene en ejecución.
Modernización de las fragatas clase M
La institución firmó en 2024 y 2025 una serie de contratos que permitirán actualizar los principales sistemas de las fragatas multipropósito clase M FF-15 Almirante Blanco Encalada y FF-18 Almirante Riveros de la Escuadra Nacional.
Se firmó un contrato con EID, una compañía de Cohort PLC, para implementar el Sistema Integrado de Comunicaciones (ICS) Oceanex en estos buques. Esta solución utiliza un concepto modular capaz de adaptarse a diversas situaciones y tipos de buques militares, desde portaaviones y submarinos hasta patrulleros, y ha sido probada en ejercicios conjuntos de la OTAN y en operaciones de combate reales.
El 6 de septiembre de 2024 se firmó un contrato con RH Marine para integrar el Sistema de Gestión Integrado de Plataforma (IPMS) Rhodium en la FF-18 Almirante Riveros, y en 2025 se espera firmar otro contrato para la FF-15 Almirante Blanco Encalada. Rhodium proporciona una solución avanzada de automatización e integra sistemas de plataforma, propulsión, eléctricos, auxiliares y de control de daños en una única solución.
La Armada de Chile y Havelsan firmaron a finales de marzo de 2025 un acuerdo para integrar en las fragatas multipropósito clase M el sistema de gestión de combate (CMS) Advent. Basado en un concepto operativo centrado en la red y una arquitectura de tareas multifuerza, Advent permite una coordinación fluida entre plataformas navales. Su diseño posibilita la integración de enlaces de datos tácticos como Link 11, Link 16, Link 22, Simple, Jreap y VMF.
En cuanto a las fragatas antiaéreas clase Adelaide, la FFG-11 Capitán Prat recibió en 2024 dos lanzadores cuádruples de misiles antibuque Exocet MM-40 Block 3 de MBDA durante un período intermedio de dique (PID) realizado en la planta industrial Talcahuano de Asmar. Este sistema de armas también debería ser incorporado por su unidad gemela, la FFG-14 Almirante Latorre, en su respectivo PID.
Renovación de helicópteros y submarinos
La Aviación Naval tiene en marcha el proyecto Avutarda que abarca la compra de ocho helicópteros para reemplazar los Airbus AS365 Dauphin (HH-65) por un modelo más moderno capaz de realizar búsqueda y rescate marítimo en condiciones extremas.
De acuerdo con la RFI, presentada en junio de 2024 por la Dirección de Programas, Investigación y Desarrollo de la Armada (Diprida), la institución requiere aeronaves que sean capaces de llevar a cabo operaciones de búsqueda y rescate marítimo a 100 millas náuticas de la costa. Los helicópteros deberán tener capacidad para cinco tripulantes y seis pasajeros, garantizando una permanencia mínima en el área de una hora más un remanente de 30 minutos al aterrizaje.
El comandante en jefe de la Armada de Chile, almirante Juan Andrés De la Maza, comunicó a Infodefensa.com en mayo de 2024 que la institución se encuentra en la etapa inicial de preinversión para el reemplazo de dos submarinos clase 209/1400L.
«Se han recopilado los datos necesarios para definir las especificaciones técnicas, costos estimados y opciones de diseño para los nuevos submarinos», expresó la autoridad naval.
El almirante De la Maza añadió que el envío de solicitudes formales a los astilleros constructoras de submarinos para que presenten propuestas se iniciará en una fase posterior, dependiendo del análisis y evaluación de los requerimientos de la institución.