La Fuerza de Protección de la Armada evalúa el desempeño de sus unidades caninas.

Del 19 al 23 de mayo, la FUPRO (Fuerza de Protección) de la Armada está realizando el ejercicio CANEX 01/25, cuyo objetivo principal es mejorar el entrenamiento de los equipos cinológicos de la Fuerza de Infantería de Marina.

Este ejercicio se llevará a cabo en diversas ubicaciones de la provincia de Cádiz, destacando San Fernando, Rota y la Sierra del Retín. En él participarán diecinueve equipos cinológicos de la FIM (Fuerza de Infantería de Marina). Los equipos participantes provienen de las especialidades de seguridad y combate, detección de sustancias explosivas, estupefacientes y artefactos explosivos improvisados (IED, Improvised Explosive Device). CANEX 01/25 es el mayor ejercicio de estas características a nivel nacional y uno de los más significativos en Europa.

El ejercicio cuenta con la colaboración de distintos buques y unidades de la Armada (Arsenal de la Carraca, TEAR (Tercio de Armada), Escuela de Suboficiales de la Armada, FOAN (Flotilla de Aeronaves), buque de anfibio «Galicia», fragata «Canarias», Base Naval de Rota, Parque Automóviles nº3 y Campo de Adiestramiento de la Sierra del Retín). En una de las jornadas, se contará con la presencia de unidades caninas K9 de la Marina de los Estados Unidos (US Navy) destacadas en la Base Naval de Rota.

Durante el ejercicio, estará presente Pedro Salas, instructor canino español de renombre internacional que colabora con la FUPRO de la Armada en el entrenamiento de las unidades caninas, liderando nuevas tendencias y técnicas, siendo pionero a nivel europeo en el adiestramiento por direccionamientos.

Los perros entrenados de la Fuerza de Protección de la Armada

La FUPRO es una de las unidades de la OTAN más avanzadas en este ámbito, habiendo conseguido hitos como operar con perros entrenados por sus expertos en multitareas o su embarque en unidades de la Armada, como se publicó en defensa.com en el verano de 2022.

La FUPRO es uno de los tres componentes de la Fuerza de Infantería de Marina y su principal objetivo es contribuir a la seguridad física de la Armada, protegiendo su personal, unidades, instalaciones y material. Además, asume cualquier otra tarea que se le asigne relacionada con sus capacidades específicas de acción en tierra, así como su contribución a las operaciones de seguridad marítima y protección de la fuerza en el ámbito naval.

Esta Fuerza mantiene un despliegue territorial en áreas como Madrid, Bahía de Cádiz, Cartagena (Murcia), Ferrol (La Coruña) y Las Palmas de Gran Canaria. Se organiza en cinco unidades: Tercio del Norte (Ferrol), Tercio de Levante (Cartagena), Tercio del Sur (en las localidades de San Fernando y Rota), la AGRUMAD (Agrupación de Infantería de Marina de Madrid) y la Unidad de Seguridad (Las Palmas).

Un infante de Marina con su perro, que lleva un casco protector para salvaguardar el rostro y la parte superior de la cabeza de rozaduras y cortes en zonas con vegetación; además, sus gafas le brindan protección a los ojos del can. (foto Armada española)

En su labor de contribuir a la seguridad física, la FUPRO ofrece apoyo permanente o temporal a las unidades e instalaciones mediante una combinación de unidades de seguridad, policía naval, escoltas y equipos cinológicos.

En el ámbito de la seguridad marítima, las unidades de la FUPRO participan activamente a bordo de buques de la Armada, formando parte de los denominados EOS (Equipos Operativos de Seguridad) en misiones permanentes de las Fuerzas Armadas, en operaciones internacionales o brindando apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en operaciones contra el tráfico ilícito por vía marítima.

Asimismo, en el marco de colaboraciones bilaterales, las unidades de la FUPRO participan en labores de diplomacia de defensa, realizando actividades de seguridad cooperativa, especialmente en África, junto a unidades de policía naval en el ámbito de la seguridad física o con equipos operativos de seguridad en el ámbito de la seguridad marítima.

La FUPRO, heredera de las antiguas «Compañías viejas del Mar de Nápoles», establecidas hace casi cinco siglos en 1537, se enfrenta al desafío de satisfacer las demandas de seguridad física que el siglo XXI impone, integrando innovaciones tecnológicas para optimizar el uso del recurso humano. (Julio Maíz)