Cuando Thackeray escribió “La feria de las vanidades”, una obra maestra de la literatura británica, no podía prever el impacto duradero que tendría su novela a lo largo de la historia. El subtítulo, “Novela sin héroe”, es perfectamente adecuado, ya que todos los personajes del relato presentan sus defectos y debilidades, a pesar de que su apariencia pueda resultar simpática o atractiva.